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Maite Soria

Maite Soria
Responsable de Marketing
y Venta Directa de Bodegas Olarra
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“En Olarra tenemos claro de dónde venimos y hacia dónde vamos”
Detrás de una botella de vino hay un cuidado trabajo tradicional de conservación y tratamiento de los viñedos, recogida de la uva y elaboración y comercialización del producto. Pero también está presente un gran proceso de transformación y adaptación a la era digital, una continua investigación y la propuesta de iniciativas innovadoras para mejorar la experiencia del cliente.
Bodegas Olarra apuesta por el diseño de una estrategia que abogue por las cuestiones del presente con perspectiva de futuro. “Somos una bodega familiar, que este año cumple su 50º aniversario. La forma de trabajo ha cambiado desde el principio, sobre todo gracias a la modernización de los sistemas de elaboración y de los sistemas de información desde la viña a la distribución de los vinos” explica Maite Soria, responsable de Marketing y Venta Directa de la bodega.
La digitalización ha marcado un punto de inflexión en el sector, abriendo nuevos escenarios y creando multitud de nuevas posibilidades. Sin perder de vista la tierra, el patrimonio vinícola y el desarrollo sostenible, Bodegas Olarra cree en la naturalidad alrededor del vino y trabaja por realizar una evolución tranquila que mantenga el espíritu “pionero e innovador” que recibieron de generaciones anteriores. “Tenemos muy claro de dónde venimos y hacia dónde vamos. Hacemos vino para las personas y en ellas pensamos cuando lo elaboramos”, resalta.
En un contexto de complejidad y variabilidad, la implantación de avances digitales ha protagonizado la estrategia de mejora del sector vinícola. Bodegas Olarra se ha sumado a esta transformación, mediante un proceso moderado, incorporando a su operativa diaria aquellos avances que en cada momento han necesitado. “Desde el principio hemos estado utilizando programas de ayuda a la gestión empresarial, pero no fue hasta el año 2000, con el cambio de siglo, cuando desarrollamos un entorno de gestión digital propio”.
Desde la gestión de viñedos con información en tiempo real de la situación de la viña hasta la elaboración con ayuda de tecnología pionera, pasando por la comercialización o la gestión de almacenes, Bodegas Olarra avanza hacia la nueva actualidad. “La digitalización se ha colado en cada ámbito de la vida de nuestra bodega para ayudarnos a hacer mejor nuestro trabajo”, cuenta Soria. “Creemos en los avances como una herramienta de mejora, por lo que siempre se han implantado cuando han sido necesarios y de una manera muy personalizada. Esto ha hecho que los cambios hayan sido bien acogidos y utilizados”, concluye.
“Hacemos vino para las personas y en ellas pensamos cuando lo elaboramos”.
¿Pero, cómo garantizar que tus productos no pierden la filosofía y el carácter? Para la responsable del departamento de Marketing y Venta Directa de Bodegas Olarra, “los avances digitales sólo ayudan y mejoran cualquier proceso, no sustituyen”. “Es la información que te da la digitalización lo que te permite tomar mejores decisiones, ahorrar tiempo y dinero y optimizar los recursos disponibles, reflejándose en nuestros vinos”, asegura Soria.
Pero los cambios digitales no solo han afectado a los procesos de elaboración, también ha cambiado la experiencia del cliente. “Desde la compra online hasta la reserva de visitas, por ejemplo, son procesos que hoy no se conciben sin esta inmediatez que buscan los clientes en sus relaciones con las empresas. A pesar de ello, nosotros seguimos manteniendo esa línea de contacto directo con ellos para que sepan que estamos disponibles”, explica.
Esta nueva forma de trabajo ha permitido establecer colaboraciones y sinergias con otras bodegas y compañías tecnológicas. “Trabajamos con empresas del sector en las que confiamos y nos ayudan a dar los pasos necesarios para ir avanzando. Los progresos se comparten y se democratizan. En las bodegas empezamos a ser conscientes de que unidas sumamos mucho más”.
Para Bodegas Olarra, la digitalización no es más que mejor y más abundante información, procesos más eficientes y, en definitiva, una mejor toma de decisiones, perfeccionando cualquier ámbito en los que se aplique.
Mamen Arias Camisón

Mamen Arias Camisón
Manager dto. de Marketing y Comunicación
Bodegas Marqués de Cáceres
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“Marqués de Cáceres trabaja por un proyecto transversal con gran empuje online”
El vino vuelve a ser, un año más, la gran cita del verano en Bodegas Marqués de Cáceres. La famosa fiesta Wine Fest ambientará la tarde-noche de este primer fin de semana de julio. La entrada del evento, que este año busca homenajear a los vinos jóvenes de la marca, incluye una copa de bienvenida y dos tapas para los invitados.
En la Rosé Party que la bodega ha organizado para esta ocasión, los asistentes podrán disfrutar de música en directo, foodtrucks, wine bar y una gran zona chill out ambientada para la fiesta. “Este año, hemos completado el aforo una semana antes de la fiesta y mucha gente que quería venir se ha quedado sin su entrada”, resalta Mamen Arias-Camisón, manager del departamento de Marketing y Comunicación. “La acogida ha sido espectacular”.
Marqués de Cáceres busca “transmitir la pasión” en todo lo que hacen y “recordar que hay que disfrutar de todo lo cotidiano: de las personas, la compañía y el momento”. “El vino y su cultura es, al fin y al cabo, eso”, asegura Arias-Camisón. “Queremos abrir las puertas de nuestra bodega a todos aquellos que quieran descubrir de primera mano la esencia de nuestra marca: sorprendente, cercana y hecha para disfrutar”, dice la responsable.
El evento es una oportunidad muy emocionante para el equipo de Marqués de Cáceres, desde la organización previa hasta el día de la fiesta. “Nos sirve para acercarnos a un segmento de consumidor más joven, que está empezando a descubrir el mundo del vino y que se siente atraído por vivencias más experienciales y diferentes”, comparte.
La transformación digital afecta enormemente al enoturismo, por lo que bodegas como Marqués de Cáceres trabajan con empresas y herramientas tecnológicas para mejorar sus experiencias. Así lo han decidido para Wine Fest, un evento que ha contado con la planificación de una campaña promocional cuidada y con un especial foco ‘online’. “Hemos buscado obtener presencia en medios a nivel local y regional, realizando, además, una campaña específica de ‘paid media’ en redes sociales”, cuenta Arias-Camisón. “También hemos incorporado una nueva plataforma de reservas en enoturismo con el objetivo de optimizar la gestión de los servicios que ofrecemos a nuestros visitantes y poder capitalizar la información de valor que nos proporcionan”, añade.
Las redes sociales son una vía de comunicación muy directa para alcanzar el target seleccionado y acercarnos al público potencial. “Las oportunidades que nos ofrecen estas plataformas nos permiten llegar a un público mucho más amplio y generar una mayor interacción e impacto”, aseguran desde la bodega. “Son unas herramientas muy útiles para aumentar la visibilidad de nuestra marca y conectar más y mejor con nuestros consumidores”, añaden.
Hoy en día, la imagen que proyectamos en Internet es el escaparate de nuestra marca al mundo digital. “Desde que se lanzó la primera web de la bodega, su objetivo fue optimizar su posicionamiento y aumentar el tráfico”, comenta Arias-Camisón. Por ello, una de las principales necesidades que experimentaron fue la creación de un diseño atractivo, ‘responsive’, con contenido de interés y con una experiencia del usuario cuidada y optimizada para SEO como una vía de generar visibilidad y captación, “pero también de fidelización”. “En la actualidad, seguimos trabajando para crear un proyecto transversal con un importante empuje a la parte ‘online’, que cada día tiene más importancia”, dice la manager.
La digitalización en las bodegas implica distintos puntos de mejora, tanto en sus procesos internos como externos. “Estas herramientas nos facilitan la unificación de las diferentes experiencias dentro de un mismo espacio, acercando la información y el proceso de reserva a los usuarios. Además, a nosotros como equipo nos simplifica la gestión de las tareas”, resalta.
“La relación con nuestros clientes y consumidores también mejora, tramitando mejor su contacto y capitalizando la información que nos aportan sobre sus gustos y preferencias para poder ofrecerles productos y servicios que les resulten de interés”, continúa. “El objetivo es generar una experiencia de alto valor en nuestra bodega, pero también conseguir mantener ese contacto cuando abandonan nuestras instalaciones”, finaliza Arias-Camisón.
Elena Pilo

Elena Pilo
Directora de Enoturismo y Relaciones Públicas
de Bodegas Franco-Españolas
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“El dato es el oro del siglo XXI”
El ciclo ‘Cine de Verano’ de Bodegas Franco-Españolas da por finalizada su novena edición, una oportunidad que ha conseguido unir, una vez más, el vino y la cultura en un mismo escenario. Más de 1.400 asistentes han podido disfrutar de las noches cinematográficas, de la mano de grandes éxitos como ‘Teléfono rojo’, ‘Belle Époque’ o ‘El Gran Lebowski’.
“Para nosotros, esta iniciativa supone recuperar un clásico de los veranos españoles”, resalta Elena Pilo, directora de Enoturismo y Relaciones Públicas de Bodegas Franco-Españolas. “Hemos conseguido contemporizar el cine popular de antaño y aportar glamour a través de nuestros vinos Bordón y Diamante y del servicio de gastronomía”, explica.
Sin perder de vista el respeto por los valores de siempre como la tradición y la familia, Bodegas Franco-Españolas continúa apostando por la innovación tecnológica, sumando la herramienta de gastrobar a sus eventos enoturísticos. “La desarrollamos, junto a nuestro partner tecnológico JIG inmersos en plena crisis del COVID-19 para poder dar respuesta a las restricciones de sanidad”, resalta Pilo.
“El sector turístico es terriblemente sensible y necesitábamos adaptarnos a esta nueva realidad de forma ágil”, asegura. “El uso de la herramienta fue un éxito incuestionable: facilitó la viabilidad de la agenda cultural en un momento muy complejo y nos permitió seguir integrando el vino en nuestras experiencias, agilizando el servicio y evitando esperas”, cuenta la responsable.
Actualmente, esta herramienta, junto a la plataforma de gestión de reservas enoturísticas, continúa siendo uno de los elementos más importantes de eventos como el ciclo ‘Cine de Verano’, permitiendo dar respuesta a aforos de más de 400 personas en una media de 3,5 minutos por pedido. Su aplicación disminuye los errores en las comandas y facilita la toma de decisiones en base a datos y momentos de consumo, permitiendo reducir recursos y mejorar la eficiencia económica de la actividad. Durante las sesiones cinematográficas del mes de julio, bodegas Franco-Españolas ha registrado alrededor de 600 pedidos realizados a través de la herramienta de gastrobar, descorchando un total de 550 botellas de vino Bordón y Diamante y consiguiendo donar una cantidad de 1.000 euros al Banco de Alimentos de La Rioja.
La bodega empezó a hacer cultura en 2012, siendo pionera en su oferta y manteniendo una agenda amplia y de continuidad, enfocada, en todo momento, en la diversidad de experiencias. Una actividad turística que considera la información del visitante un factor indispensable para su desarrollo. “El dato es el oro del siglo XXI”, asegura Pilo.
“Creemos que el turismo tiene un triple retorno para el negocio del vino: el económico, el de imagen y posicionamiento de marca y la generación de datos enriquecidos”, continúa. “Esta información nos permite mapear el comportamiento del cliente y entender qué tipo de comunicación queremos tener con él y el ritmo que necesita”, resume la directora de Enoturismo.
Estas soluciones digitales han incrementado las ventas turísticas de la bodega en un 34 por ciento. “Hoy vendemos el 85 por ciento de nuestros servicios turísticos a través del canal online”, afirma Pilo. Su implantación ofrece libertad al consumidor, facilitando el acceso a los servicios y favoreciendo la conversión. “El cliente no se ve obligado a llamar o a esperar colas y nosotros podemos trabajar de forma predictiva”, informa.
La responsable destaca la necesidad de trabajar de forma colaborativa con otras empresas como una ventana de oportunidad para seguir participando en el desarrollo y la actualización del sector. “Mantener el nivel de competitividad es responsabilidad de todos”, asegura la directora de Enoturismo y Relaciones Públicas de Bodegas Franco-Españolas.
Carlos Ferreiro

Carlos Ferreiro
Director técnico y enólogo
Bodegas Altanza
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“Antes nos guiábamos por sensaciones, ahora tenemos más información”
La digitalización en el sector del vino ha causado la reorientación de las bodegas hacia la aplicación de nuevas tecnologías. Muchos de los procesos analógicos han necesitado actualizarse, transformando la metodología tradicional en procedimientos más innovadores. “Al principio, nos guiábamos sobre todo por sensaciones y por análisis exhaustivos del estado del viñedo de una forma más visual y manual. Estudiábamos si la planta estaba equilibrada, si tenía el vigor necesario y era eso lo que nos marcaba los tiempos en todos los procesos”, explica el director técnico y enólogo de Bodegas Altanza, Carlos Ferreiro.
La bodega se creó en 1998 por un grupo de amigos amantes del vino algunos con una dilatada experiencia en el sector enológico. Conservando su cultura cercana, ha conseguido adaptarse a la digitalización para satisfacer las necesidades del mercado. “Nuestra filosofía siempre ha contenido la innovación y el crecimiento dentro de nuestros pilares fundamentales. Siempre hemos buscado exaltar los valores de la DOCa Rioja”, resalta Ferreiro.
“Nuestra filosofía siempre ha contenido la innovación y el crecimiento dentro de nuestros pilares fundamentales. Siempre hemos buscado exaltar los valores de la DOCa Rioja”.
Bodegas Altanza ha trabajado progresivamente para incorporar los distintos elementos transformadores en todos sus sectores, con el fin de mejorar el control del inventario y las ventas, monitorear el proceso de producción y automatizar determinadas tareas. “A parte de las pertinentes inversiones en el desarrollo del Departamento de Marketing Digital, hemos apostado por el continuo desarrollo de nuestra tienda ‘online’, adaptándola continuamente a las necesidades de nuestros clientes”, continúa el experto. “Hemos implementado, asimismo, un motor de gestión de visitas ‘online’ que nos facilita la organización de todas las reservas relacionadas con enoturismo”, añade.
Asimismo, Bodegas Altanza ha desarrollado un plan integral de sostenibilidad I+D+I, centrado en crear un sistema de viticultura de precisión, incorporando dendrómetros para ver el estado fisiológico de la vid y sondas de humedad. Por otro lado, se realizan monitoreos aéreos para zonificar, contando, también, con un sistema de calicatas que muestren la composición, sistema radicular y los nutrientes del suelo. “Todo esto queda registrado y nos genera información muy valiosa a la hora de tomar decisiones informadas y alcanzar excelentes cotas de calidad”, añade.
La adaptación a esta nueva realidad ha sido progresiva: “Tenemos la enorme suerte de contar con grandísimos profesionales del sector, abiertos a nuevos cambios y retos. Además, estamos muy agradecidos de haber desarrollado una buena red de fidelización con nuestros clientes”. Todavía hay muchos retos sobre los que seguir trabajando encima de la mesa: la producción, el control botella a botella, las sondas de temperatura, la calidad y la trazabilidad, así como el marketing digital, la venta ‘online’ y el empleo de herramientas de análisis de datos.
Para ello, el sector necesita de una colaboración conjunta entre bodegas y empresas tecnológicas que agilice este proceso de digitalización. “Ahora los tiempos son distintos. Todos los procesos, especialmente todo aquello relativo a venta ‘online ‘y gestión de redes sociales, requiere de una inmediatez y tiempos de respuesta que nada tienen que ver en sí mismos con los tiempos de elaboración y crianza del vino”, remarca Ferreiro. “Por esta razón, tenemos distintos acuerdos de colaboración que nos permiten trabajar mano a mano para compartir nuestro producto, fruto del esfuerzo y del conocimiento de todas las personas que formamos parte de sus procesos”, concluye.
Roberto Puras

Roberto Puras
Coordinador de la Asociación
Barrio de la Estación
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El Barrio de la Estación incorpora la plataforma de gestión de reservas enoturísticas de JIG:
• Con el objetivo de continuar creando un destino enoturístico de referencia, las bodegas del Barrio de la Estación incluyen, a partir de este verano, una oferta turística conjunta.
• Como novedad, la asociación integra una plataforma de reservas desarrollada por JIG para gestionar sus experiencias y eventos enoturísticos.
La Asociación del Barrio de la Estación , el enclave histórico donde se ubica la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo, continúa con su objetivo de promocionar el enoturismo, incorporando una nueva oferta de servicios y un motor de gestión de reservas desarrollado por JIG. La herramienta está orientada a la reactivación de la actividad enoturística y a la digitalización de los servicios de las bodegas. Una implantación que facilitará los procesos comunicativos del Barrio de la Estación, mejorando la gestión de servicios turísticos y generando, de forma automática, datos de valor sobre el perfil de los clientes.
“Para nosotros la implantación de la plataforma ofrecerá una manera de profesionalizar la comercialización de nuestras experiencias conjuntas, además de digitalizar el proceso, facilitando al usuario la gestión de sus propias reservas y la obtención de información”, resalta Roberto Puras, coordinador de la Asociación del Barrio de la Estación. Un gran número de bodegas líderes en el sector, entre las que destacan Alma Carraovejas, Pernod Ricard Winemakers (Campo Viejo, Ysios), Bodegas Franco Españolas, Bodegas Riojanas, Bodegas Olarra, Bodegas Ontañón o Bodegas Corral, entre otras, ya han optado por la implantación de la herramienta.
A partir del mes de junio, el Barrio de la Estación pone en marcha su proyecto enoturístico conjunto denominado Barrio de la Estación Tours. Visitas guiadas compuestas por dos rutas que acercarán al visitante a la historia de este particular vecindario, adentrándose en el corazón de tres de sus bodegas, conociendo los rincones más emblemáticos y degustando sus vinos acompañados por una selección de tapas. Las rutas que darán comienzo el 22 de junio se realizarán los jueves y viernes a partir de las 10:30 de la mañana ofreciendo, durante un recorrido guiado de algo más de tres horas, un atractivo paseo por las calles del Barrio de la Estación.
La oferta enoturística la completará el Barrio de la Estación Passport. Una cómoda manera de recorrer, de forma autónoma, los seis espacios de Wine Bar de sus bodegas, disfrutando de un vino premium y una tapa seleccionada utilizando un pasaporte como medio de pago. Este documento será válido para todo el año, pudiendo ser disfrutado en diferentes momentos desde su adquisición.
La incorporación de la plataforma permitirá a las bodegas del Barrio de la Estación unificar los procesos de reserva y venta de las nuevas actividades en una sola web, minimizando la dependencia de otros canales y optimizando los datos y patrones de compra. Se trata de una muestra más del compromiso y colaboración de las bodegas del Barrio de la Estación con empresas tecnológicas por crear destino, sumando su diversidad a un objetivo común: convertir el Barrio de la Estación en una marca de calidad enoturística de referencia a nivel internacional.
Alma Carraovejas

Alma Carraovejas
Bodegas
Alma Carraoveja
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“La información que nos da la digitalización nos permite tomar mejores decisiones, ahorrar tiempo y dinero y optimizar los recursos disponibles, reflejándose en nuestros vinos».
El sector vitivinícola se ha convertido en los últimos años en un referente de la fusión entre innovación y tradición. Su desarrollo ha causado la necesidad de adaptación de las bodegas a un nuevo mundo digital en el que Alma Carraovejas ha sido pionera. Para la bodega, el proceso de digitalización ha sucedido paulatinamente, adaptándose poco a poco a las necesidades de la bodega: “Comenzamos adoptando los procesos digitales en el área de administración y antes de que la entrega de información se realizara en soporte digital, ya desde la década de los 90, desde cada departamento hemos ido introduciendo herramientas digitales”.
Los cambios han supuesto una ayuda significativa en el sector enológico, mejorando la gestión de la información de todos los procesos de una forma muy activa. Alma Carraovejas resalta una de las principales mejoras llevadas a cabo: la integración pionera de un ERP en 2008 que consiguió “que toda la información que quedaba dispersa en los diferentes soportes informáticos fuera volcada” en un lugar centralizado. “Desde entonces, hemos y seguimos buscando mejorar y crecer en nuevos sistemas que nos permitan estar en la vanguardia”, afirman.
La transformación digital ha afectado, principalmente, en el control exhaustivo de datos tanto del producto como de los procesos de elaboración. “Cuando los ordenadores eran una novedad, la compañía ya estaba trabajando en sensórica y en gestión documental”, explican. Otro departamento que ha crecido exponencialmente en los últimos años y que cada vez cobra más importancia es el de enoturismo: “La digitalización nos permite ser más eficientes en la organización de las visitas y tener un mejor control sobre los datos de los clientes”.
La experiencia de los usuarios se ha visto modificada con la implantación de nuevas medidas. “Cada día que mejoramos los sistemas informáticos y profundizamos de nuevo, se hace más palpable el trato que tenemos con nuestros clientes”. El visitante es capaz de completar el proceso de reserva de la experiencia de manera instantánea, actualizando sus datos en tiempo real. “Desde cualquier dispositivo y en cualquier momento del día, puede elegir el tipo de visita, fecha y horario para venir a disfrutar de la experiencia que mejor se adapte a sus necesidades”, resaltan.
Pero la implantación de avances digitales puede acarrear cambios significativos. Desde Alma Carraovejas ha sido imprescindible cuidar la identidad y los valores de sus bodegas: “Seguimos estando detrás de cada proceso, por lo que nuestra filosofía sigue presente”. Para ellos, esta oportunidad ha permitido conseguir que su mensaje llegue a un número mayor de personas de manera inmediata. “El equipo de ‘branding’ y comunicación tienen un papel fundamental para que la implantación de los avances digitales mantenga nuestra filosofía”, inciden.
El desarrollo se ha asumido como un valor añadido, que, según la compañía, “mejora las prestaciones de la experiencia del cliente”. “Se ha crecido mucho en la precisión de los sistemas, así como en su escalabilidad y seguridad. Cabe destacar que nunca dejamos de innovar buscando cada día crecer en calidad y servicio. Cada vez somos más conscientes de la importancia de un dato fiable para tomar decisiones”, concluyen.
Marian Hernando

Marian Hernando
Responsable de Enoturismo de Juvé & Camps
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“La digitalización nos permite analizar y segmentar los datos para definir nuestra estrategia»
Con más de dos siglos de legado como viticultores, Bodegas Juvé & Camps es un icono de tradición y calidad en el mundo vinícola. A pesar de su característico arraigo a la tierra, la bodega continúa apostando por la modernización tecnológica garantizando los valores y la filosofía de sus vinos. Marian Hernando, responsable de Enoturismo de Juvé & Camps, resalta la fidelidad de la bodega a un estilo y una exigencia propia por ofrecer la máxima calidad a sus consumidores. “Por muy tradicional que sean tanto nuestro trabajo como nuestros principios, la digitalización es un hecho”, resalta Hernando. “El nivel de calidad y excelencia ha de ir desde la viña a la botella, pero siempre sin perder de vista el trato, el servicio y la atención al cliente final en cada parte, punto y momento”.
En este proceso de digitalización, la bodega se ha centrado en facilitar el acceso a sus servicios y productos a través de diversos canales, permitiendo a los clientes realizar reservas y compras de manera rápida y sencilla, ya sea a través de la web o mediante el contacto telefónico tradicional. Este enfoque multifacético garantiza la accesibilidad de todos los públicos a los servicios de la bodega. “La digitalización lleva muchos años avanzando a pasos agigantados y es vital adaptarse a los cambios al ritmo que marca el mercado para poder dar el mejor servicio”, asegura la responsable de Enoturismo de Juvé & Camps. “Es imprescindible facilitar cualquier proceso a nuestros clientes”, continúa.
La digitalización es un proceso que no solo ha mejorado la experiencia, sino que ha optimizado los procesos internos de la bodega. Marian Hernando destaca que, aunque se ha hablado mucho de la digitalización como un cambio radical en el siglo XXI, en realidad, estos avances se vienen implementando desde hace décadas. “Hablar de procesos drásticos en cuestión de digitalización actualmente quizá nos resulte un tanto excesivo”, comenta. “En nuestro caso, ha sido un gran avance y una mejora en cuanto a recursos, gestión y control. Y en cuanto a los clientes, creemos que hemos encontrado el equilibrio ofreciéndoles el mayor abanico de posibilidades a la hora de contactar con nosotros”, resalta.
Detrás de este proceso de digitalización se encuentra un sólido departamento de IT en constante evolución. “Nuestro equipo se encarga de desarrollar e implementar avances tecnológicos tanto para equipos comerciales como financieros, adaptando los sistemas a las necesidades que se generan, previo análisis de su retorno”, comenta Hernando.
Dentro de sus últimas implantaciones se encuentra la plataforma de reservas, que optimiza los procesos y mejora la experiencia del cliente. “La importancia de integrar esta herramienta es fundamental en departamentos como el de Enoturismo. Es la única forma de poder analizar todos los datos, segmentarlos, crear estadísticas y poder así trazar una estrategia mucho más definida y detallada, acorde a las necesidades y la demanda”, confiesa la responsable de Enoturismo. Con una visión enfocada en la mejora continua, Bodegas Juvé & Camps fusiona la rica tradición vinícola con la innovación tecnológica, promoviendo una mayor productividad e interconexión a través de colaboraciones estratégicas con otros actores del sector.
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